martes, 15 de febrero de 2022

Terreno Firme: Aumentando la Resiliencia de las Comunidades a través de Mejoras en la Administración del Territorio y Sistemas de Información Geoespacial

Introducción 

Es el título de un estudio del Banco Mundial que aborda una temática sumamente relevante, ya que vincula especialmente a los sistemas catastrales y registrales con el diseño de políticas públicas destinadas a implementar estrategias para la gestión de desastres, y las consecuentes medidas tendientes a mitigar sus impactos. 

En este contexto, se define como política pública a un conjunto de acciones que comprenden una serie de etapas, fases o procesos y recursos, con el objetivo de cumplir determinados fines o metas establecidas por el Estado, tomando como base un análisis situacional destinado a dar respuesta a un problema de la sociedad y/o suministrar un bien público. 

Por otro lado, el término resiliencia es utilizado para referirse a la capacidad de las comunidades y la sociedad para absorber, acomodar y recuperarse de los efectos de un desastre de manera oportuna y eficiente (Banco Mundial, 2020). 

Las motivaciones para realizar el estudio parten de considerar el contexto mundial del cambio climático y su impacto sobre los bienes de las personas y comunidades, y el papel que cumplen en tal sentido los Sistemas de Administración del Territorio junto a las Infraestructuras de Datos Espaciales (IDEs).


Telón de fondo 

Los desastres están en aumento como consecuencia del cambio climático y también su frecuencia e impacto en la población. Para comprender la magnitud de esta problemática a escala global, en el siguiente gráfico se puede observar el incremento de eventos medidos entre los años 1970 a 2019.

Los distintos colores son indicativos del tipo de desastre como la remoción en masa, actividad volcánica, incendios, deslizamiento de suelo, terremotos, temperaturas extremas, sequías, clima extremo e inundaciones, entre los cuales se destacan claramente los dos últimos, cuya ocurrencia se ha multiplicado aproximadamente unas 5 veces y cuyos orígenes están atribuidos principalmente al cambio climático. Cabe indicar que los fenómenos geofísicos (actividad volcánica, terremotos, etc.) también presentan un incremento, pero se explican por las mejoras introducidas en los registros estadísticos. 

Fuente: https://ourworldindata.org/grapher/natural-disasters-by-type 

La evolución de estos eventos hizo que las Naciones Unidas a partir de la década del 90 y durante los primeros años del milenio, pusiera en marcha un conjunto de acciones encaminadas a concientizar a los gobiernos y a la población, para que se tomaran medidas de prevención y planificación destinadas a reducir los riesgos humanos y económicos ocasionados por los desastres. 

Nótese que las estrategias para enfrentar los desastres ponen énfasis en la prevención, porque resultan más eficaces, sostenibles y son unas 20 veces más económicas (Naciones Unidas, 2022) que la asignación de recursos para responder a una emergencia, todo lo cual requiere el apoyo de datos geoespaciales accesibles, actualizados e interoperables.


Contenido del estudio

La publicación contiene: un listado de acrónimos y abreviaturas, notas sobre la terminología utilizada y un resumen ejecutivo. Los temas están distribuidos en los siguientes capítulos:

  • Capítulo 1 – La importancia de los sistemas de Administración del Territorio y Sistemas de Información Geoespacial para la Resiliencia. Marcos de desarrollo global para la resiliencia. Cómo los sistemas de información territorial y geoespacial pueden reforzar la resiliencia en países de ingresos bajos y medios. Conclusiones clave. 
  • Capítulo 2 – Requerimientos para el Establecimiento de Sistemas de Administración del Territorio y Sistemas de Información Geoespacial. Características claves para los sistemas catastrales y registrales. Infraestructuras Nacionales de Datos Espaciales (INDE). Base fundamental para proveer información geoespacial oficial. Mejorando la resiliencia. Enfrentando los eventos de desastre. La importancia de un buen gobierno. Las secuelas de los desastres: una oportunidad para reconstruir mejor. Protección de los sistemas de información. Conclusiones clave. 
  • Capítulo 3 – Desarrollo de Sistemas de Administración del Territorio y Sistemas de Información Geoespacial para la Resiliencia. Inicio del proceso. Lista de verificación para los sistemas. Recomendaciones pre y post desastre. Guía para el plan de acción, diseño e implementación.

Seguidamente  se presentan las conclusiones. En forma complementaria, y con un sentido eminentemente práctico y de ayuda para los aspectos ejecutivos, se incluyen los siguientes anexos:

  • Anexo A - Lista de Verificación para los Sistemas de Administración del Territorio y Sistemas de Información Geoespacial.
  • Anexo B – Plantilla para el Plan de Acción.
  • Anexo C – Estudio de Casos de Países. 


Síntesis del estudio

Siguiendo el texto del resumen ejecutivo (Banco Mundial, 2020), los países golpeados por desastres se ven afectados de manera diferente en términos de devastación causada, número de víctimas, personas desplazadas, impacto en los medios de subsistencia y ritmo de reconstrucción y recuperación. Algunas comunidades, ciudades y poblaciones han sido más resilientes que otras frente a los desastres. 

La capacidad de recuperación luego de eventos peligrosos requiere que los datos sobre las relaciones entre el territorio y las personas  estén disponibles y sean administrados de manera confiable y segura. Los sistemas catastrales y registrales junto a otros datos fundamentales que incluyen el marco de referencia geodésico, las direcciones, construcciones, asentamientos, topografía, cobertura y uso del suelo, rutas y caminos, redes de infraestructura, etc., cumplen un papel fundamental en la planificación, monitoreo e implementación de respuestas antes, durante y después de ocurridos los desastres. 

Ampliando lo ya señalado en el segundo apartado, en las últimas décadas han surgido varias iniciativas destinadas a mejorar las capacidades de los gobiernos y sociedades destinadas a incrementar la resiliencia ante los desastres, dentro de las cuales están incluidas la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el Marco para la Acción de Hyogo y el Marco de Sendai para la Reducción de Riesgo de Desastres. El Marco Integrado de Información Geoespacial, publicado por la ONU y el Banco Mundial, es un complemento de la referida agenda y marcos, que requiere de acciones coordinadas a escala global a nivel de adquisición e integración de datos geoespaciales.

El territorio es la principal red de seguridad social, por lo que una vez que se pierde el acceso a la propiedad y posesiones reanudar los medios de subsistencia es extremadamente complicado y esto aumenta la vulnerabilidad. Cuando las catástrofes desplazan a las personas, los sistemas catastrales y registrales son indispensables para proteger los derechos de propiedad. Sin esta infraestructura de información, no queda registro de lo que se ha perdido, y es muy difícil reconstruir los derechos sobre el territorio que existían antes que un desastre arrasara con los elementos físicos sobre el terreno o se destruyeran datos y archivos, fundamentalmente cuando éstos se encuentran en soporte papel. Es decir que comprender, analizar y evaluar la ubicación geoespacial de objetos naturales y artificiales permite identificar la relación entre las catástrofes y lugares concretos y emprender las acciones de mitigación adecuadas. 

Aunque se encuentra fuera del contenido de la publicación que es motivo de la presente entrada, nos apoyamos en el siguiente ejemplo por considerarlo sumamente ilustrativo del rol que cumplen los datos y sistemas en la gestión de desastres. En la siguiente figura, podemos observar una superposición entre los datos catastrales y un pronóstico de la posición del río de lava cuando ocurrió la erupción volcánica en la isla de La Palma, España.  

Fuente: Serrano, Fernando (2021).

Las áreas de influencia del evento son remitidas al Catastro Español por el Instituto Geográfico Nacional, y el mismo día se envían datos sobre las parcelas y las construcciones que serán afectadas, todo lo cual permite realizar evaluaciones, determinar la cantidad aproximada de evacuados y alertas ex – ante. 

En la medida que se desarrolló el evento, el organismo de protección civil activó el servicio de emergencia del satélite Copernicus para tener información continua de la evolución del recorrido de la lava, y nuevamente se solapa esa información con los datos catastrales para conocer efectivamente los inmuebles, cultivos y viviendas alcanzadas por las coladas, con lo cual se fueron monitoreando los daños ocasionados y también sus costos, tomando como base valores de referencia representados por valores estadísticos del mercado. 

Retomando el resumen del estudio, señala que resulta fundamental disponer de una IDE, dado que proporciona una plataforma de geo-localización común, desarrollada a través de la colaboración interinstitucional y de la utilización de datos y servicios interoperables. Una IDE se construye sobre tres pilares: el pilar de gobernanza que incluye el liderazgo, el modelo de administración y los acuerdos institucionales para fortalecer la participación de los organismos que producen y gestionan información geoespacial. 

La falta de interoperabilidad entre los organismos gubernamentales es clave para el uso eficaz de los datos geoespaciales para la gestión del territorio. De los nueve países que participaron en el análisis que sustenta este estudio, la mayoría declaró que los organismos trabajaban sin compartir información o la registraban en formatos no estandarizados. De modo que los cuatro temas fundamentales para lograr la interoperabilidad son los problemas técnicos, la falta de capacidad institucional, un marco legal deficiente para el intercambio de datos y la ausencia de una cultura de intercambio. 

La gestión eficaz del riesgo de catástrofes afecta a muchos países, incluso los desarrollados. A pesar de que existe una amplia gama de información y recursos relacionados con la implementación de prácticas de gestión de riesgos, se enfrentan problemas significativos durante los eventos de desastre. Incluso los países con economías fuertes, sistemas sociales bien establecidos y una buena gobernanza pueden tener dificultades para responder al cambio climático y a las catástrofes naturales y fracasar en los intentos de aplicar estrategias eficaces para hacer frente a estos problemas, por lo que resulta necesario invertir en estrategias para mejorar la resiliencia con un enfoque holístico. De hecho, invertir en infraestructuras resilientes es rentable, ya que su falta es excesivamente cara. Suele ofrecer 4 dólares en beneficios por cada dólar invertido (Banco Mundial, 2020). 

Hay que aprovechar la oportunidad para reforzar la gestión del riesgo de catástrofes adoptando una política de "reconstruir mejor"  tras las catástrofes. Reconstruir mejor no es sólo una cuestión de reconstruir edificios e infraestructuras con normas de construcción más estrictas para que sean más resistentes, sino que también debe implicar luchar contra los factores que socavan la seguridad de los medios de vida, como la inseguridad de los derechos de propiedad, la escasez de información geoespacial y la debilidad de los sistemas de información en general. También significa potenciar los recursos comunitarios necesarios para mejorar la resiliencia, como las redes de transmisión de alertas y la realización de simulacros de emergencia. También es probable que haya que mejorar la gobernanza para que los gobiernos central, regional y local estén más dispuestos a trabajar juntos y a compartir información y recursos, y que haya un seguimiento más estrecho de los programas de recuperación y reconstrucción. 

En definitiva, la resiliencia de las comunidades no es posible sin una Administración del Territorio fiable y una IDE que permita el acceso a los activos de información necesarios. Las deficiencias de estos sistemas socavan las políticas y las acciones gubernamentales destinadas a mejorar la capacidad de las comunidades y las poblaciones para planificar, mitigar, resistir, acomodarse y recuperarse de los efectos de las catástrofes. 


Fuentes consultadas:

Banco Mundial (2020). Solid Ground: Increasing Community Resilience Through Improved Land Administration and Geospatial Information Systems. World Bank, Washington, DC., https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/33706 

Global Change Data Lab (GCDL) (2022). Our World In Data. Global reported natural disasters by type, 1970 to 2019, https://ourworldindata.org/grapher/natural-disasters-by-type 

Naciones Unidas (2022). Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, https://www.un.org/es/observances/disaster-reduction-day 

Serrano, Fernando (2021). Use of cadastral data for monitoring and recovering from the Volcano catastrophe in La Palma (Spain). Webinario conjunto del Comité Permanente del Catastro de la Unión Europea y EuroGeographics CLRKEN. Esolvenia, noviembre 2021, https://eurogeographics.org/wp-content/uploads/2021/07/14-Fernando-Serrano_Cadastral_Information_La_Palma.pdf

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