Los proyectos de modernización y
actualización catastral tienen a menudo un enfoque sobre los aspectos y
funciones más técnicas de la organización, por ejemplo, el desarrollo o
reingeniería de un sistema de información territorial, la captura de datos y
digitalización de documentos, el uso de nuevas tecnologías, la valuación de
inmuebles con fines tributarios, el levantamiento o barrido catastral masivo,
las adecuaciones de procedimientos y reglamentos, etc. No obstante la importancia que tienen estas
actividades para que la organización funcione de mejor manera, existen otros
campos que deben cubrirse con la finalidad que los resultados de los proyectos
sean sostenibles una vez que éstos llegan a su fin.
Digamos que más allá del desarrollo
de las tecnologías de la información que dan soporte a las funciones de los
catastros, es preciso poner dentro de un contexto más amplio el lugar que
ocupan estos desarrollos y el impacto que producen no solo dentro de la propia
organización, sino además a nivel político institucional y a nivel social.
Para llevar adelante este enfoque es
preciso apuntar en áreas que tienen que ver con:
- el desarrollo organizacional y la gestión del cambio,
- el desarrollo de recursos humanos,
- la comunicación y colaboración interinstitucional, y
- vincular el desarrollo catastral a los objetivos políticos y al mejoramiento de los servicios.
El Desarrollo Organizacional en
contexto
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En primer lugar los análisis tienen
que partir de un muy buen conocimiento del medio dentro del cual se desenvuelve
la organización, dónde hay que tomar en cuenta aspectos políticos, sociales,
económicos, legales, tecnológicos y los requerimientos de los usuarios
externos, todo lo cual es deseable que confluya en la preparación de un plan
estratégico para delinear los objetivos y los consecuentes planes operativos
para gestionar las distintas dimensiones de los cambios que se relacionan con
la organización, las personas, los sistemas y las relaciones con el entorno.
Podemos observar entonces que este
enfoque está orientado a la valoración de las ciencias de la organización que,
muy a menudo, no son adecuadamente consideradas en su significado, alcances e
influencia que tienen en los desarrollos de sistemas catastrales y, en general,
en todo proyecto de mejoramiento institucional. Resumiendo, los conocimientos y
las habilidades de gestión de organizaciones constituyen aportes sustantivos y esenciales
para alcanzar los resultados deseados.
En cuanto al desarrollo
organizacional (DO) podemos decir que es un cambio sistémico y sistemático que
utiliza los conocimientos y la práctica de la ciencia conductual para producir
transformaciones en las organizaciones. La idea detrás del concepto es construir
capacidades que comprenden:
- involucrar al personal;
- lograr su compromiso y adaptación a un ambiente de cambios;
- formar equipos de trabajo;
- desarrollar planes de educación continua para hacer una organización que aprende, o que sea que esté abierta a la reflexión, a la innovación y la mejora continua;
- adecuar la estructura, las funciones y los procesos a los objetivos de la organización;
- mejorar el rendimiento y el desempeño de la organización en conjunto;
- potenciar la relación y las alianzas con otros organismos y, sobre todo,
- orientar su accionar a la satisfacción de las necesidades de los usuarios, considerando dentro de éstos a los gobiernos, los grupos de interés y la sociedad toda.
El DO atraviesa otros temas
importantes como lo es la cultura de la organización, que constituye un
conjunto de hábitos, costumbres, creencias y valores que caracterizan a los
grupos humanos. La cultura en los organismos de la administración pública
tiende a ser menos flexible al cambio por las propias condiciones laborales, de
modo que este es un tema central a trabajar para lograr en estos grupos
motivación frente a la necesidad de readecuación competencial o funcional generadas
por la introducción de nuevas tecnologías, por cambios generados en el entorno
o por el enfoque en la calidad puesto en nuevos procedimientos, formas de
trabajo, producción de servicios, etc.
Otro de los temas que se desprenden
del DO es el desarrollo de recursos humanos que incluyen la capacitación, la
educación, el desarrollo administrativo, técnico y profesional y de una
política de incentivos que debe tener continuidad en el tiempo. Esta política incluye
entonces tres tipos de experiencias de aprendizaje, unas acotadas a un período breve
de tiempo o más focalizadas, otras a un plazo más extendido o más amplias y,
por último aquellas que son necesarias para mejorar las habilidades técnicas y
profesionales con el objetivo de promover carrera administrativa. Todas estas
actividades tienen el objetivo común de facilitar la adaptación a puestos de
trabajo reconfigurados por los cambios, generar capacidad autónoma para
adquirir nuevos conocimientos, y posibilitar la mejora en los desempeños de los
empleados y/o su desarrollo personal.
Hay que tener muy en cuenta que el
DO no es abordable con recetas, lo cual reduce las oportunidades de introducir
cambios exitosos, es decir que en todos los casos debe tenerse conciencia y
aprender del contexto histórico, institucional y social dentro del cual cada
organización opera. Debe reflexionarse asimismo que cuando se introducen
cambios dónde las tecnologías cumplen un papel destacado, que no hay
neutralidad en los efectos que produce en la organización. Es que las
tecnologías instrumentadas en sistemas de información no son solo herramientas,
sino instrumentos de poder que reconfiguran el marco de relaciones tanto
administrativas como sociales.
Esto es particularmente válido en
aquellas situaciones dónde los catastros requieren de la colaboración de otros
organismos (aún de distintos niveles de gobierno y ajenos a la administración
pública como las empresas concesionarias de servicios públicos), en función de
cómo se distribuyen las competencias en materia de construcción, planificación
urbana, medio ambiente, redes de servicios, etc. Actualmente,
la colaboración es una manera de enfrentar el creciente nivel de complejidad
que presentan la gestión de activos de información y los problemas
territoriales, a partir de lo cual se comprenderá que trabajar más allá de los
límites de la organización es una necesidad más que una opción.
El mejoramiento de los servicios es
la cara visible de las mejoras que producen los desarrollos catastrales en el
entorno. Particularmente la utilización de aplicaciones web como canal de
comunicación, que representa no solo grandes ventajas para los usuarios que
pueden visualizar y seleccionar datos, informes y antecedentes conforme a sus
necesidades, sino que el catastro se ve beneficiado por una descompresión en la
atención presencial que permite mover el personal hacia tareas de producción y
mantenimiento de datos.
Como en todo proceso de mejora en
los organismos de la administración pública, los resultados podrán sostenerse a
partir de cómo se ajusten y armonicen los proyectos en los diversos planos de
la realidad política, institucional, social y, por supuesto, dentro de la
propia organización. Todo ello dependerá, como dijimos, de sumar a los aspectos
técnicos de los proyectos el DO. Finalmente, construir confianza entre las
instituciones, políticos, organización, sistemas de información y servicios que
se brinden a los ciudadanos, es otro de los factores claves a tener en cuenta.
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