Los libros azules, tal como se los
conoce, son el resultado del trabajo de campo realizado entre 1880 y 1882 por los Agrimensores
que realizaron la primera división en parcelas de la zona conocida -por este
entonces- como Pampa Central, la cual comprendía según la Ley del 5 de octubre de 1878
(Subs. de Tierras y Colonias, 1896):
1° La línea del Río Negro, desde su
desembocadura en el Océano, remontando su corriente, hasta encontrar el grado
5° de longitud occidental del meridiano de Buenos Aires.
2° La del mencionado grado 5° de
longitud, en su prolongación Norte, hasta su intercepción con el grado 35 de
latitud.
3° La del mencionado grado 35 de
latitud, hasta su intersección con el grado 10 de longitud occidental de Buenos
Aires.
4° La del grado 10 de longitud
occidental de Buenos Aires, en su prolongación Sud, desde su intersección en el
grado 35 de latitud, hasta la margen izquierda del río Colorado, y desde allí,
remontando la corriente de este río, hasta sus nacientes, y continuando por el
río Barrancas, hasta la
Cordillera de los Andes.
Es para notar que la superficie alcanzada no solo comprendía a la totalidad de la Provincia de La Pampa, sino que además incluía porciones de territorio que hoy pertenecen a las Provincias de San Luis, Mendoza, Neuquén (entre los ríos Colorado y Neuquén) y Río Negro (entre los ríos Colorado y Negro). Es que esos límites fueron fijados en la referida Ley sobre línea de fronteras que alcanzaba por el sur precisamente a la margen izquierda de los ríos Negro y Neuquén.
La legislación de base para el desarrollo de estos trabajos fue la Ley 817 de 1876 conocida como Ley Avellaneda, que si bien para el desarrollo de los trabajos en la Pampa Central se aplicaron modificaciones en cuanto al tamaño de los lotes, había estipulado en su Art. 80° que el Agrimensor debía entregar planos con una descripción detallada de los accidentes físicos, productos naturales y capacidad para el cultivo de los terrenos, previsión que dio lugar a los informes contenidos en los Libros Azules, en la que para cada lote se indican descripciones sobre la vegetación, calidad de los pastos, tipo de suelo y existencia y calidad de agua superficial, datos muy relevantes para conocer como ha evolucionado el paisaje pampeano en los últimos 130 años.
Un detalle a considerar son los trapecios que pueden visualizarse en medio de las secciones regulares y cuadradas (ver primer figura del esquema de división catastral), que tienen su origen en que la Ley Avellaneda estableció un sistema de división del territorio que no tuvo en cuenta a los aspectos geodésicos o de la forma de la Tierra, caso en que los lotes cuadrados pasarían a ser trapecios isósceles por la convergencia de meridianos. Para mitigar este problema, los trabajos de mensura se iniciaron tomando como referencia los meridianos 5° y 10° y no los paralelos para trazar sobre el terreno los lotes “cuadrados”, y en razón de la “redondez” de nuestro planeta nunca se encontraron en el centro quedando las Secciones del medio de forma irregular.
Tapa de uno de los Libros Azules
Es para notar que la superficie alcanzada no solo comprendía a la totalidad de la Provincia de La Pampa, sino que además incluía porciones de territorio que hoy pertenecen a las Provincias de San Luis, Mendoza, Neuquén (entre los ríos Colorado y Neuquén) y Río Negro (entre los ríos Colorado y Negro). Es que esos límites fueron fijados en la referida Ley sobre línea de fronteras que alcanzaba por el sur precisamente a la margen izquierda de los ríos Negro y Neuquén.
El trabajo de delimitación y
demarcación o amojonamiento de los lotes, se realizó en base a un sistema
regular de lotes cuadrados ordenados jerárquicamente de la siguiente manera:
-
Secciones de 1.000.000 de has. (designadas con
números romanos).
-
Cada Sección se dividió en 4 Fracciones de 250.000 has. (designadas con
letras mayúsculas).
-
Cada Fracción se dividió en 25 lotes de 10.000 ha. (designados
con números).
Esquema de división catastral.
Fuente: González-Roglich
M., et. al. (2012)
La legislación de base para el desarrollo de estos trabajos fue la Ley 817 de 1876 conocida como Ley Avellaneda, que si bien para el desarrollo de los trabajos en la Pampa Central se aplicaron modificaciones en cuanto al tamaño de los lotes, había estipulado en su Art. 80° que el Agrimensor debía entregar planos con una descripción detallada de los accidentes físicos, productos naturales y capacidad para el cultivo de los terrenos, previsión que dio lugar a los informes contenidos en los Libros Azules, en la que para cada lote se indican descripciones sobre la vegetación, calidad de los pastos, tipo de suelo y existencia y calidad de agua superficial, datos muy relevantes para conocer como ha evolucionado el paisaje pampeano en los últimos 130 años.
Interior de los Libros
Azules, cada lote acompañado con una descripción de sus características y
recursos.
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Un detalle a considerar son los trapecios que pueden visualizarse en medio de las secciones regulares y cuadradas (ver primer figura del esquema de división catastral), que tienen su origen en que la Ley Avellaneda estableció un sistema de división del territorio que no tuvo en cuenta a los aspectos geodésicos o de la forma de la Tierra, caso en que los lotes cuadrados pasarían a ser trapecios isósceles por la convergencia de meridianos. Para mitigar este problema, los trabajos de mensura se iniciaron tomando como referencia los meridianos 5° y 10° y no los paralelos para trazar sobre el terreno los lotes “cuadrados”, y en razón de la “redondez” de nuestro planeta nunca se encontraron en el centro quedando las Secciones del medio de forma irregular.
Finalmente, es para remarcar que
siendo los catastros las huellas del hombre sobre el territorio, estamos frente
a un gran ejemplo de cómo poner en valor sus fuentes documentales históricas, las
cuales tienen la utilidad y el potencial para ser utilizadas en la
investigación histórica en general, y en particular en el estudio de la
toponimia aborigen (en este caso Ranquel y Mapuche), la evolución del medio
ambiente, la historia local y regional, la evolución de la agricultura, la genealogía,
la arqueología y el estudio del paisaje entre otros propósitos.-
Fuentes consultadas:
González-Roglich
M., Gardón R., González Mazzoni F, Sirotiuk V., Uribe Echevarría J. y
Villarreal D. (2012). Digitalización de Mensuras Catastrales de la Provincia de La Pampa, http://mensurascatastrales.lapampa.gov.ar/images/phocagallery/Catastro_Provincial_Original_Digitalizado_1880/Digitalizacion_de_Mensuras_Catastrales_de_la_Provincia_de_La_Pampa.pdf
Mensuras Catastrales Originales de la Provincia de la Pampa (2015), http://mensurascatastrales.lapampa.gov.ar/
Subsecretaría de Tierras y Colonias
(1896), Decretos y Resoluciones,
Taller Tipográfico de la
Penitenciaría Nacional, Buenos Aires.
Buenos días . Donde se pueden consultar los libros azules originales . Muchas gracias
ResponderEliminarPuede pregunar en la Dirección General de Catastro de la Provincia de la Pampa. Hay contactos disponibles en: https://catastro.lapampa.gob.ar/
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